sábado, 18 de agosto de 2012

Las bellezas escondidas de San Lorenzo



Igual que para la mayoría de ecuatorianos, para nosotros, San Lorenzo de Esmeraldas, ha sido un enigma. Al fin hace un mes decidimos viajar y llegamos al lugar. A partir del terminal de Guayaquil comenzó el periplo. Trans Esmeraldas, la empresa que ha sido cuestionada pero que rectifica procedimientos, nos llevó en cinco horas hasta Santo Domingo de los Tsáchilas. Lo hizo bien, no vimos anomalías, y enseguida tomamos la nueva ruta en auto particular para arribar en horas de la media tarde en un calor sofocante e instalarnos para descansar ya concluida la jornada. Ni la mínima idea de salir de noche. En tierra extraña y con el recelo que causan sensacionalistas informaciones de la prensa, exageradas por cierto, no quedó más remedio que quedarse en el cómodo hotel viendo televisión. Pero saco provecho: “En el comienzo del universo todo estaba en orden (big bang). Desde allí se ha estado convirtiendo en más y más desordenado…”, dice Ludwing Boltsmann, físico austriaco pionero de la mecánica estadística.

PARQUE EN EL CENTRO DE SAN LORENZO

UN COLOMBIANO VENDIENDO JUGOS

EL MUELLE DE SAN LORENZO CON LAS RIELES DE HACE MUCHO TIEMPO.

MONUMENTO A LOS CONCHEROS

LA AVENIDA PRINCIPAL DE SAN LORENZO

LA CASA DEL PINTOR GONZALO ENDARA CROW, SE PIERDE POR LA FUERZA DEL MAR...Y DEL TIEMPO.

LA MARIMBA, SÍMBOLO Y MOTIVACIÓN EN SAN LORENZO.

LA CASA DE LA BOTELLA, OBRA EXCLUSIVA Y ORIGINAL.

EL RÍO SAN LORENZO.

LA HOSTERÍA EL PEDREGAL, EN SAN LORENZO.
En Río Verde una vieja casa de Endara Crow
Desde Santo Domingo se pasa por La Concordia y Quinindé; poco antes de Esmeraldas está un punto llamado San Mateo, desde donde se toma la ruta hacia San Lorenzo por unos 120 km de magnífica carretera asfaltada y señalizada bordeando a veces la playa y el mar. En la ruta está Río Verde y en un rincón la casa del célebre pintor nacido en Bucay, Gonzalo Endara Crow y fallecido en 1996. La que fue su hermosa residencia hoy son ruinas que el mar destruye más y más. “Gonzalo Endara Crow es considerado uno de los pintores latinoamericanos más importantes de la segunda mitad del siglo 20. Su obra es universal y ofrece una perspectiva estética de la cultura andina y su gente. Su pintura más reconocida es ‘El Tren Volador’. De niño, Endara Crow quedo asombrado por los trenes desde que su padre trabajó en el ferrocarril, esto se convirtió en una inspiración para su obra maestra, en la que muestra a un tren en vuelo, de ahí el título, que combina con un paisaje montañoso de colores. Otro motivo surrealista común en sus pinturas, lluvia, campanas o esferas como en su obra ‘Sin título’ de fecha 29 de julio 1988”, dice un sitio de la web.
Maldonado, nombre de un científico riobambeño
En Boca de Mache, un pequeño caserío, tomo fotos y unos niños me regalan borojó. Pasando por el río Cayapas hay un letrero que dice “Bienvenidos a Maldonado” y por una vía pésima entramos a este pueblo pobre de gente de raza negra, junto a él veo una valioso bosque de teca, ¿de quién será?, seguramente de ninguno de los de allí. En el camino a San Lorenzo venden cocos y botellas de guarapo de caña. Una mujer casi anciana que viaja junto a mí dice que conoce Cuenca y me cuenta que ha trabajado como educadora de mayores pero que no le pagan y está pobre. En Borbón, nombre que sugiere alta alcurnia, encuentro a un joven cuencano que tiene en sus brazos una niñita negra y está rodeado de varias negras jóvenes del pueblo, le pregunto de dónde es, me dice que de Cuenca y que me conoce; respecto a esa atractiva corte que le rodea, dice que es su familia.
Un muelle hermoso y nostálgico
Por esos lares no veo sino raramente a gente mestiza, casi todos son de raza negra, y a uno que otro turista extranjero de raza blanca. Es un mundo exótico y hermoso. San Lorenzo tiene una larga historia de sacrificio y postergación. Mirian Angulo, del departamento de Turismo del Municipio de San Lorenzo es nuestra guía, tuvo la paciencia de acompañarnos por diversos lugares, que resulta largo contar pero son los más significativos, como indicaremos luego.   Primero al muelle que se encuentra remodelado y guarda el recuerdo del viejo ferrocarril que unía a San Lorenzo con Ibarra. Los rieles llegaban hasta el mismo muelle. A la entrada un hombre colombiano –lo identifico por su sobrero y su dialecto paisa-- vende jugos cerca de un monumento a los concheros. Luis Safla, un taxista de raza negra y algunos años a cuestas, me cuenta que hace 50 años vino de Ambato en tren, hizo cuatro días desde Ibarra a causa de los descarrilamientos y derrumbes; él vio un aviso en el periódico para trabajar en San Lorenzo en la explotación de madera, le pagaron casa, comida y cuatro sucres diarios; llegó sin su mujer, dejó tres hijos y se pasó seis meses, se cuidaba mucho de las mujeres porque tenía desconfianza de ellas, después trajo a su esposa e hijos y tuvo tres más; casi todo era selva y había un gran número de gente de raza negra.
Buenos platos, alegría y nada qué temer
Por su parte Mirian nos cuenta que el carnaval se lo festeja actualmente pero ya culturizado; hay sabrosas comidas típicas a base de concha, tapado de pescado, encocado de concha. En la comunidad de El Porvenir capturan jaibas y cangrejos para preparar encocados y el plato afro con coco llamado pata de burro. Consumen carne de animales del monte, como del perezoso (les dije que no lo hagan), arroz con corvina, arroz con coco y chocolate. El patrono es San Lorenzo y la fiesta el 10 de agosto. En la hostería El Pedregal veo bailar al son de la marimba, y una mujer declama: “Los hombres de este tiempo son como la mantequilla / apenas ven una mujer se ponen de rodillas…” “Yo me casé contigo / por dormir en tu cama / Y ahora me vienes con el cuento / de que la cama es de tu mama…” Visitamos la Casa de la botella, una edificación de contextura exclusiva cuya fachada e interiores las han construido sólo con botellas, sirve para eventos culturales y reuniones de interés social. San Lorenzo y sus comunidades constituyen un verdadero tesoro, tiene mil destinos para conocerlos y disfrutarlos; la gente es buena y respetuosa, no hay nada qué temer. San Lorenzo cuenta con buena hotelería, carreteras y personas que pueden servir de guías. Sin embargo no tienen una terminal de buses, aunque Esmeraldas tampoco lo tiene como para su categoría de ciudad importante en el ámbito turístico.
Al paso invitaciones y relatos
Por donde vamos hay novedades, y las generamos; Adamiro Santacruz, un hombre de Alto Tambo, vía Esmeraldas-Ibarra, en la frontera entre las provincias de Imbabura y Carchi, se ha enterado de nuestra presencia y nos detiene e invita a su pueblo lejano: hay rieles de tren antiguo, aguas limpias, bosque primario y el nacimiento de ríos, manifiesta. En San Lorenzo entablo amistad con Luis, quien después me llevará en su buseta de regreso a Esmeraldas, me cuenta su vida, sus hermanas fueron regaladas, su padre murió pronto y su madre se unió con otro, más tarde lo mataron; dice que al comienzo su existencia fue un éxito pero luego se fue a la quiebra y de allí trabajando ha vuelto a tener éxito, ahora tiene cuatro lindos niños incluida una sobrinita a su cargo, forman una familia excelente; relata la historia de un hombre que se unió a una chica chachi --indígenas que no aceptan a gente de otra raza diferente a la de ellos--  los hermanos de raza se enteraron y tuvo que pagar una multa de 200 dólares, además de que lo metieron en el cepo como castigo. Bueno, San Lorenzo es belleza, tradiciones, historias, leyendas y hombres y mujeres de una raza de siglos; pero creo que en el fondo todavía se mantiene el germen de sus ancestros venidos de muy lejos, encadenados, humillados, vendidos y comprados, Por fortuna hoy gozan de un presente alentador, libre como la brisa cálida de esas tierras ardientes y con un futuro prometedor para las nuevas generaciones.

César Pinos Espinoza
www.proyectoclubesdecomunicacion.blogspot.com

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