lunes, 16 de abril de 2012

Viaje por las tierras de Nangaritza






Ahora el bus baja aceleradamente por la carretera en el extremo sur de la cordillera de Cordoncillo. Pasamos minutos antes por el lado norte de Podocarpus desde donde se admira el hondo valle que cobija a la hermosa ciudad de Loja. Quedan para una visita minuciosa posterior esa ciudad y Catamayo, mejor dicho tantas otras de la provincia sureña que son un verdadero encanto. El comienzo de la carretera hacia Zamora es un espectáculo: descenso, curvas, verdor de bosque inmenso, arriba inaccesible, desolado, vista hermosa, abismos, abajo, uno que otro punto que señala caminos y en el fondo, el río Zamora en sus inicios y en ruta apurada hacia la hoya amazónica. En una hora y media hemos llegado a Zamora, ciudad ahora moderna, rodeada de verdes montañas y ajetreo de gente que viene y que va. Luego pasamos por Zumbi, pueblo ardiente y alegre y dos horas de viaje más allá arribamos a Guayzimi, cabecera cantonal de Nangaritza.

Muchos lugares para deleite turístico

Sin pérdida de tiempo buscamos información en el Municipio y encontramos a don Franco Troyani, que dedica generosamente más de una hora a atendernos y conversar sobre muchas cosas. Guayzimi obtuvo su decreto de cantonización que fue publicado del 26 de noviembre de 1987. El nombre de Nangaritza se deriva de la palabra shuar “Nankais” que significa “Valle o río de las plantas venenosas”. Se la conoce también como “El Paraíso ecológico del Ecuador”. Tiene una población de más de cuatro mil habitantes, el 65% vive en las urbes y el resto en el campo. Los lugares turísticos más destacados son: El paisaje del mirador del Nangaritza, su puerto y playas de Las Orquídeas; las comunidades, cuevas y cascadas de Kusunts; la cueva de El Gallo; la cascada de Shaimi; El callejón sin salida; la cueva de Los Tayos; Nuevo Paraíso; La Cascada y cueva del Yayu; la cueva de El Lagarto; El Saladero Verde; El Mirador y Túnel de Yawi; Comuna, Saladero y Mirador de Chumpias; Comuna, río, cascada y cueva La Mariposa; Cascada y Mirador Saar-Etza Nayump; y la famosa y poco conocida Ciudad Perdida, de la cual hablaremos en otra oportunidad.

Nangaritza, al pie de la Cordillera del Cóndor

Manifiestan que hoy el cantón Nangaritza todavía no tiene un territorio definido. “En 1981 el Perú le cercenó gran parte de territorio y en la guerra no declarada de 1995 se puso en peligro a los habitantes al ser, parte de la Cordillera del Cóndor, sembrada de granadas y explosivos”, según dice un informe que se publica en la página web del Municipio, lo cual atenta contra la seguridad de personas y ganado. En 1999, al obtener Paquisha su cantonización, se desmembró a Nangaritza, y por último en 2005, la Comisión de Límites Internos, CELIR, decidió que el sector de San Francisco pase al Cantón Centinela del Cóndor, obviamente causando malestar en los habitantes de Nangaritza. Don Franco, oriundo de Macará, expresa que la Cordillera del Cóndor está a diez kilómetros del centro de Guayzimi, en donde nos encontramos. Es un magnífico anfitrión y guía que conoce todo desde hace mucho tiempo en que se encuentra viviendo en el lugar. Según él los hitos en esa parte de la frontera o sea en el Cóndor están definidos, “en 1981 no perdimos territorio, pero sí en 1995”, asegura, esto es en referencia al pedazo de terreno de Tiwinza, con que nos contentaron esa vez. En el primer caso nuestras tropas penetraron más allá de los hitos y fueron sacados de allí por los peruanos. Para los colonos el asunto parece estar claro en cuanto a límites, no así para el resto de ecuatorianos, pues los lugares limítrofes son casi inaccesibles y no existen vías de comunicación. En suma, aquí las fronteras vivas son un mito, los mineros en sus concesiones saben más del asunto y de igual forma los nativos shuar, para quienes en realidad desde épocas muy antiguas no existen fronteras. Conforme a lo que vimos y lo que nos cuenta don Franco, ya existe desde hace algún tiempo el daño ecológico causado por la presencia de compañías mineras que se ven obligadas a construir carreteras para tener acceso a la parte ecuatoriana de la Cordillera. Ese daño ambiental con motivo de la minería data de hace algunos años y es justamente lo que el Estado Ecuatoriano quiere actualmente someter a control, en lo cual mucha gente de allí está de acuerdo.

Colonos azuayos y lojanos fueron los primeros

En todo caso inicialmente esas tierras hace cincuenta años estaban en poder de los nativos y a través de las décadas fueron vendidas poco a poco a los colonos llegados especialmente de Azuay y Loja, que las compraron para criar ganado, cuando necesariamente tenían que talar el bosque y sembrar pastos. Hoy en Guayzimi predominan entre otras, las familias Zhiñín, Quezada, Sanmartín, Jaya y otras de Loja y Azuay. Lo interesante es que no se descuidaron de dejar alrededor de cien hectáreas para la construcción del pueblo, es decir en donde actualmente se asienta Guayzimi. Nuestra entrevista con don Teófilo Zhiñín (73) no podía faltar, y del mismo modo, destinó más de una hora para conversar y contarnos la historia desde su niñez y arribo a lo que hoy es Nangaritza. Salió de su casa a los doce años de edad porque eran pobres y sin haber siquiera terminado la primaria en su natal comunidad de Sinchay, cerca de Girón; cuando joven fue por el camino de Moisol arriando cinco reses a desafiar al mundo, cruzó el camino hacia la actual vía a Loja a la altura de La Jarata para probar suerte, le fue muy difícil porque hasta se le burlaban cuando le veían tras el ganado y decía que se iba al Oriente, por supuesto muy lejos, en la época en que un vehículo pasaba muy rara vez, pero lo consiguió, y luego de una verdadera odisea se adentró por la ruta de Loja hacia Zamora y poco a poco fue llegando a su lugar actual; retornó a Girón más tarde, en seis años había ganado cuatro mil sucres y en su tierra convenció a su hermano mayor Adolfo, para que también se fuera con él; poco tiempo después falleció Adolfo. De todo tuvo que aprender y hasta en esos avatares una vez le robaron la plata del trabajo, pidió ayuda e inclusive aprendió a curar de forma natural y así se ganó la voluntad de los nativos y los colonos. Procreó ocho hijos, y ya no piensa volver a Girón, esa es su nueva tierra y vive junto a otras familias, también del mismo origen, caso de los Duque, Illescas, Zhingre, Lalvay y Arpi. Pienso que si pudiera, él escribiría un libro relatando sus aventuras y esa obra fuera de lectura obligada para los ecuatorianos que ante el primer golpe de la vida, decaen y se decepcionan.

Nangaritza es tierra enigmática

De Guayzimi y Nangaritza hay mucho qué hablar, todavía no hemos llegado a los lugares turísticos que están en el Alto Nangaritza, pero ya iremos, son un enigma, aunque para los habitantes de allí, no representan historia más allá del medio siglo, lo que para nosotros va muy lejos, hasta el siglo XVI. Eso sí, para ellos significan riqueza turística pero necesariamente se requiere de buenas vías de comunicación, en lo cual recién se ha comenzado. El asunto minero es punto aparte, muchos viven de eso, como lavadores u obreros de las empresas, pero están conscientes del cuidado del agua y al mismo tiempo de una minería racional y muy cuidadosa. Ojalá sea así, porque no existe otra forma. Dejar los celulares, los electrodomésticos, el cableado y los autos, es imposible. Seguiremos motivando para el cuidado de lo más precioso que tienen, ya mucho se ha deforestado a lo largo de las décadas, la ganadería también afecta y es urgente el control en todo sentido. Lo de la Ciudad Perdida, para los habitantes de Nangaritza es casi un mito, aunque algunos dicen que ya han llegado a esos lugares, pero científicamente nada se sabe. Seguiremos tras ese mito.

César Pinos Espinoza

cesarpinose@hotmail.com

www.proyectoclubesdecomunicacion.blogspot.com

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