domingo, 11 de diciembre de 2011

ZARUMA, 191 AÑOS DE INDEPENDENCIA.







Zaruma: Cultura, turismo y tradiciones






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Una de las ciudades más bellas del Ecuador, ubicada en la parte alta de la provincia de El Oro, celebró sus 191 años de independencia política. De Zaruma, cuyo nombre proviene de raíces idiomáticas ancestrales, zara= maíz y uma=cabeza (cabeza de maíz), referiremos hoy brevemente sus aspectos fundamentales: el turismo, la belleza arquitectónica, la cultura y las tradiciones. Pero haciendo ante todo una ligera referencia sobre el hecho independentista, dice la historia que “la segunda mitad del siglo XVII fue de escasa producción de oro en la Villa, agravando el desaliento de los mineros criollos por la excesiva carga de impuestos fijados por España; hubo un intento de la Corona en reactivar las minas de oro y plata, gestiones que resultaron infructuosas y tardías ante el avance del movimiento emancipador”. No hay duda que pesó bastante la gesta libertaria ya iniciada en ciudades como Quito, Guayaquil y Cuenca, lo que produjo la reacción de los patriotas zarumeños, “que apoyados por intelectuales cuencanos y a pesar de la tenaz oposición del Gobierno de Loja, proclamaron su independencia el 26 de noviembre de 1820”. Dicen los registros que “después de la independencia cayó en estado de postración la industria minera de Zaruma, aunque nunca desapareció, mientras que la producción agrícola que la generosa tierra nunca le negó, constituyó el motivo de arraigo y fijó la residencia de un pueblo que alcanzó vida propia y fue asiento de familias distinguidas por la cultura; la producción agrícola se convertía entonces en la principal fuente de recursos, se potencializó la ganadería y especialmente la industria del azúcar fabricado en ingenios artesanales que comercializaban con Guayaquil”.

Arquitectura, comidas y minería

Con calles caprichosamente trazadas y sujetas a la topografía irregular de la zona, portales de diseños exclusivos y viviendas que conservan la tradición de fachadas, ventanas y balcones de madera y al paso callejones angostos, es sin duda Zaruma única en su género en Ecuador. El turismo es --después del comercio del metal precioso-- el principal rubro del soporte económico de la población. Todos los días llegan forasteros provenientes de diversas latitudes para admirar tantos detalles de esta hermosa urbe orense, sin embargo, hoy la gente ya se cuida de potenciales situaciones de peligro ante la arremetida despiadada de la delincuencia que justamente va tras el oro de las minas. En cuanto a comidas predomina el sabroso plato del “tigrillo” y el aromático café, los dulces de fábricas artesanales y las humitas a cualquier hora del día. En esta ciudad los jóvenes y adultos todavía saludan a los extraños, algo admirable que ya se ha perdido en otros lugares. La gente es buena y no tiene problemas en detenerse a conversar en un portal de las inclinadas calles sobre el pasado de esta tierra, haciendo de guías turísticos innatos con el fin de que los que llegan se lleven la mejor impresión. El Sexmo es una mina didáctica que enseña al forastero los detalles de cómo fue la minería de antaño y cómo se realiza actualmente, pero por supuesto no deja de preocupar los efectos que esta ocupación de jugosos resultados económicos deja a empresarios en cuanto al ambiente y la degradación que paulatinamente, quiérase o no, se produce. El recuerdo de la empresa norteamericana SADCO con la explotación de oro y otros metales entre 1897 y 1950 no se borra de la mente de los habitantes; sólo la tenacidad y sano orgullo de los pobladores a lo largo de las décadas ha podido mantener el equilibrio arquitectónico, las virtudes culturales y el atractivo turístico, que de otro modo se habrían deteriorado.

Los jóvenes exponen temas interesantes

Para muestra de la capacidad e interés por la cultura en las personas encargadas de ese ámbito y con el único afán de promocionar, motivar y generar la investigación, la lectura, la exposición oral y el debate de ideas, el distinguido colegio Salesiano San Juan Bosco organizó un encuentro de Clubes de Comunicación Estudiantil con la presencia de jóvenes delegados de varias instituciones como los colegios Veinte y Seis de Noviembre, Sultana del El Oro, Miguel Sánchez Astudillo, Ocho de Noviembre, Leovigildo Loayza y el anfitrión San Juan Bosco, además con estudiantes invitados del Azuay: Christian Chicaiza (Unidad Yanuncay, de Cuenca), Gabriela Orellana (Nacional Santa Isabel) y Tania Párraga (Comunicación Social de la Universidad de Cuenca). En este evento cultural de las festividades de Zaruma, Jessenia Freire del colegio 8 de Noviembre de Piñas, habló sobre un tema de palpitante interés, las redes sociales; “hay personas que ni duermen por pasar en el internet; el face book es como una droga; dejamos de ser personas, para hablar de tonterías, nos hacemos autistas tecnológicos, desperdiciamos horas importantes…”, agregó que esta forma se ha degradado, porque no existe un contacto real entre las personas y de todas ellas son pocas las realmente amigas. Noelia Espinoza, del mismo plantel, habló sobre la sexualidad, invitó a no confundir el sexo con el amor, “el amor no se lo hace, se lo da”, dijo; se preguntó si en los colegios se da realmente esta orientación; al parecer no se habla sobre este tema a fondo porque no existen especialistas. De acuerdo a una opinión adulta los padres de familia tienen mucho que ver en este asunto pero deben estar preparados para no confundir.

Tolerancia no es decir a todo si

Todos los jóvenes hablaron de temas importantes: Ángel Carrión, del colegio Miguel Sánchez Astudillo se refirió al tema de la seguridad de la población y recomendó dejar a un lado “nuestra ingenuidad e inocencia que facilita la labor de los delincuentes”; Jessenia acotó que por allí la policía se preocupa de pedir dinero a los conductores en lugar de combatir la delincuencia. Otros expositores fueron, Johanna Feijoo, que se refirió a la comunicación entre padres e hijos y cómo responder a sus hijos cuando éstos han cometido un error; aquí la inteligente Jessenia anotó que en los hogares de hoy no se sabe quién manda y hasta existen casos insólitos como éste: “Mamá te traigo un regalo, sabes, vas a ser abuela, estoy embarazada…” y acotó: “un padre aprende a ser padre y un hijo aprende a ser hijo, pero un “te quiero papá”, sirve para toda la semana”; “distancias pequeñas, corazones distantes”, “madres que se desvelan esperando a sus hijos, a qué hora llegará, con quién estará, cómo llegará…” Por su parte, Christian Chicaiza habló sobre la tolerancia: “es parte del buen vivir”; “el buen vivir está en la paz interior de los seres humanos”; “el tolerar no es decir a todo si, no es sumisión ni humillación, tiene un límite…”. Gabriela Orellana, de Santa Isabel, se refirió a la juventud actual, sus libertades, su comunicación y sus consecuencias. Otros panelistas fueron: Guido Salazar, Adriana Román, las gemelas Mariuxi y Maribel Maldonado, Angie González y Rosa Ramírez, Jessica Toro y Cecilia Suárez, y todos los estudiantes, directivos y profesores presentes, mediante comentarios y preguntas. Por su parte Tania Párraga, hizo una explicación de lo que significan los Clubes de Comunicación y su valor para la formación integral de los jóvenes. En suma, una magnífica demostración de la intelectualidad juvenil orense, gracias a la preocupación de John Carrión y la rectora Margarita Jaramillo. Los jóvenes demostraron que la cultura es la virtud principal en la parte alta de la provincia de El Oro y particularmente en Zaruma.

Los arrieros, historias de hace cien años

Entre las tradiciones más importantes de los pueblos de El Oro está el arriero. Es una historia fascinante y llena de anécdotas y sacrificio que hizo época y sirvió para el desarrollo de los pueblos. Hoy se perenniza este recuerdo en dos solemnes monumentos, el uno poco antes de Piñas en un redondel magnífico complementado con la representación de aves propias de la zona y en peligro de extinción, y el otro en la entrada de Zaruma. Durante más de cien años desde la década de los 50 del siglo anterior hacia atrás, los arrieros representaban verdaderas empresas de transporte, cuando no, formas particulares de trasladarse de un lugar a otro. Los arrieros se formaban desde niños, fuertes, sanos y bien dotados, capaces en su juventud de conducir recuas de 20 o 25 mulas robustas y bien criadas para resistir pesadas cargas en recorridos largos y de caminos extremadamente malos y en temporales que causarían desobligo y profundo sufrimiento a gentes de ciudad. Transportaban carga desde la estación del tren de Piedras hasta Portovelo, Piñas y Zaruma o hacia Santa Rosa, Pasaje, Santa Isabel y Girón. Cuentan que eran hombres fuertes, altos y dispuestos a levantar y cargar pesados equipajes, cables de acero y máquinas para la explotación minera; por supuesto eran bien pagados pero a costa de un enorme sacrificio y esfuerzo. Hoy algunas personas que sobrepasan los 90 años de edad todavía recuerdan esos difíciles momentos…y viven, aunque con nostalgia, para contarlo, porque, “hasta estas calles por donde ahora pasan los autos, eran el camino de las acémilas y los arrieros que venían de lejanas tierras trayendo novedades y productos que convocaban a hombres y mujeres para curiosear y comentar ante los forasteros, y a veces recibir cartas de amor venidas desde las lejanas tierras del Azuay. Los morlacos desde San Fernando, Girón, La Asunción, asimismo en recuas llegaban a las posadas de Zaruma con cargas de quesos y otros productos manufacturados que poco a poco, no sólo fueron uniendo a los pueblos sino a los corazones de hombres y mujeres. Zaruma tiene mucho que contar a las futuras generaciones del Ecuador. Como dicen, es un pueblo que se ha hecho “con sangre, sudor y lágrimas…”

César Pinos Espinoza

cesarpinose@hotmail.com

www.proyectoclubesdecomunicacion.blogspot.com

domingo, 20 de noviembre de 2011

INVITADOS AL OCTAVO ENCUENTRO REGIONAL DE CLUBES DE COMUNICACIÓN ESTUDIANTIL






LOS INVITADOS EN EL OCTAVO ENCUENTRO







Escenas y figuras del Octavo Encuentro






Escenas y detalles del Octavo Encuentro







Octavo Encuentro con sabor a turismo e intelectualidad


Con la presencia de más de 300 jóvenes representantes de unos 25 establecimientos educativos de Cuenca, cantones del Azuay y las provincias de El Oro y Guayas, el viernes 11 de noviembre se realizó con total éxito el Octavo Encuentro de Clubes de Comunicación Estudiantil. El evento tuvo el aval y apoyo de la SENPLADES, bajo la organización del proyecto Clubes de Comunicación Estudiantil del Ecuador. El triunfador absoluto del certamen fue Jonathan Arias, alumno del colegio Técnico Industrial Gualaceo que se adjudicó el trofeo “La flama Roja”, donado por Radio La Roja. Desde tempranas horas comenzaron a llegar los participantes, las chicas de protocolo y sobre todo las delegaciones de Ponce Enríquez, El Oro y Guayas, como madrugando para ganarle al tiempo y conocer por primera vez algo de la ciudad y del ambiente de la capital azuaya que para muchos jóvenes constituye su sueño en cuanto a estudios universitarios.

Un jurado calificador juvenil y recto

Y tal como se anunció a través de medios radiales la víspera, llegó el día en que los jóvenes se encontraron para escuchar muchas voces, criterios diversos e impresiones en cuanto a una serie de temas. Nerviosismo al inicio, miradas a uno y otro lado, como tratando de descubrir lo novedoso de rostros y figuras en un ambiente de seguridad, juventud y sonrisas. De pronto las chicas presentadoras dirigidas por Tania Párraga, estudiante de Comunicación Social de la Universidad de Cuenca, rompieron el silencio y ensayaron las primeras voces previas a la iniciación oficial del evento. El acto inaugural fue rápido y explicativo de los fines que traía la convocatoria, lo importante era escuchar a esa enorme juventud para saber cómo piensa y cuál es el concepto sobre los problemas más palpitantes del momento. Los temas expuestos en un tiempo mínimo de cinco minutos y máximo de siete fueron múltiples: sexualidad, medio ambiente, cuidado de la naturaleza, turismo, el buen vivir, problemas familiares, embarazo prematuro, etc. El jurado calificador integrado por cinco estudiantes comenzó su ardua tarea: Estela Fernández (Militar Abdón Calderón), Alexander Capelo (Liceo Austral de Ponce Enríquez), Alexandra Sarmiento (Manuela Garaicoa), María Paz Carrión (Técnico Nabón) y María Mite (Técnico Balao), sonrientes y amistosos, fijaron sus miradas en los formularios y aspectos a tomar en cuenta. Al término, decidieron otorgar el primer premio a Jonathan Arias cuyo tema versó sobre una célebre mujer indígena ecuatoriana, Tránsito Amaguaña.

¿Quién fue Tránsito Amaguaña?

El expositor explicó que el personaje símbolo de la lucha de los indígenas fue una líder nacida en 1909 en Pesillo, Pichincha, junto al volcán Cayambe --justo en el lugar donde el 21 de Abril de 1.834 fuera ejecutado el general José María Sáenz, hermano de Manuelita-- y fallecida en 2009 en su misma cuna a los cien años de edad; sus progenitores fueron jornaleros de una hacienda en donde tenían un huasipungo; comenzó a trabajar a los 7 años y asistió poco tiempo a la escuela local; se casó a los 14 años de edad y tuvo su primer hijo un año más tarde; separada de su marido, que le pegaba y era alcohólico, comenzó a realizar activismo comunitario, primero a través de organizaciones del partido socialista y en marchas indígenas como las realizadas a Quito en 1930, reclamando tierras y derechos laborales. Tras la huelga agrícola de 1931 en la localidad de Olmedo, le costó la destrucción de su vivienda y 15 años de clandestinidad. En 1946 fundó la Federación Ecuatoriana de Indios junto a otros líderes campesinos, y en los años 1950 impulsó la fundación de escuelas bilingües, en español y quichua. Vinculada al partido comunista, luchando por implantar un sistema cooperativista en el campo en 1961 fue acusada de tráfico de armas por lo cual la encarcelaron cuatro meses y al salir, sin cargos, soportó la muerte de sus padres y varios de sus hijos. En 1988, el gobierno le concedió una pensión, con la que se retiró a Pesillo a cultivar sus tierras. Sin duda el tema expuesto por el estudiante gualaceño, acompañado de una proyección, fue impactante, lo que impresionó al jurado que al final le otorgó el primer lugar.

Muchos brillaron y hubo fiesta

Otros brillantes expositores fueron: Carlos Vélez (Militar Abdón Calderón), segundo lugar; Daniela Tigre (Manuela Garaicoa), tercer lugar; Gabriela Orellana (Nacional Santa Isabel), cuarto lugar; María Alexandra Morales (26 de noviembre, de Zaruma), quinto lugar; Cristhian Chicaiza (Yanuncay), sexto lugar; Francis Patiño (Víctor León, Cochapata), séptimo lugar; Magaly Bustamante (Rafael Chico Peñaherrera, de Girón), octavo lugar; Cristina Ramón (Técnico Nabón), noveno lugar; y María Fernanda Fajardo (Rafael María Arízaga, de Chaucha), décimo lugar. En el encuentro hubo de todo: magníficos y preparados expositores producto de la preocupación de sus profesores y directivos, artistas, danzantes de Chaucha, alegría, buena comida, regalos para estudiantes y profesores, amistad entre grupos y delegaciones, obsequio de hermosos sombreros de Tania Valdez Martínez, visita de autoridades, grupos juveniles de baile, una canción de la reina del colegio de Balao y hasta un poco de festejo movido y chichero a invitación de un artista adolescente venido desde Ponce Enríquez. En el desarrollo del acto dicen que incluso vieron lágrimas en el rostro de una chica que expuso un tema de mucha actualidad y preocupación. Como nunca, este evento que anualmente se realiza en Cuenca, esta vez contó con la asistencia de jóvenes costeños procedentes de Balao, provincia del Guayas; Zaruma, provincia de El Oro y Ponce Enríquez, cantón costanero del Azuay, que admiran a la capital azuaya y algunos la visitaban por primera vez, para decir por lo menos que la han conocido de paso. Por su parte, dos estudiantes del colegio Intercultural Bilingüe Shiña, de Rañas, Nabón, expresaron en su lengua quichua un hermoso mensaje de salutación y amistad que luego de traducido arrancó un sonoro aplauso de la concurrencia.

Veinte minutos para dialogar y sonreír

Un grupo de doce chicas del colegio Miguel Moreno, muy guapas y elegantes, realizaron una excelente labor de protocolo y fueron premiadas con diploma y el aplauso del público. Otras jovencitas hicieron de presentadoras y con nervios y todo, actuaron muy bien en la larga jornada. Por su parte dos alumnas de la Unidad Educativa Yanuncay soportaron el primer golpe de la llegada de las delegaciones, inscribiendo todos los nombres de los invitados, en tanto que el jurado juvenil, de acuerdo a ciertas cláusulas, calificaba sobre diez a los expositores. Tania Párraga (18) fue la principal animadora que resistió toda la mañana y media tarde conjuntamente con Víctor Bravo (20) las diversas inquietudes y solicitudes de la prensa para explicar detalles de este acto cultural estudiantil. Algo que el proyecto ya lo realizó anteriormente en el encuentro de Sevilla de Oro, fue proporcionar un lapso para que los grupos estudiantiles informalmente dialoguen e intercambien impresiones sobre aspectos de su gusto y libremente. Juan Gutiérrez, un estudiante azuayo de 16 años nos contó que fue el mejor momento porque tuvo la oportunidad de preguntar muchas cosas de la tierra de Zaruma, que se había dicho es “la urbe pequeña más hermosa del Ecuador”, ante lo cual las chicas del colegio San Juan Bosco de esa ciudad le ratificaron lo expresado y le invitaron a visitarla. Y no faltó también la invitación para el Cuarto Encuentro de Clubes de Comunicación Estudiantil a realizarse en Zaruma el 24 de noviembre en el colegio mencionado, para lo cual tres estudiantes presentes aceptaron y manifestaron que asistirán al mencionado evento en la ciudad Sultana de El Oro.

Una tribuna para jóvenes inteligentes

Todos los conceptos e ideas de fondo se expusieron y seguramente fueron un mensaje claro para los jóvenes durante el Octavo Encuentro: que hay que perder el temor a expresarse; que todos nos equivocamos pero debemos crear la capacidad de recuperarnos y volver a empezar; que nadie es perfecto y que los errores y aciertos siempre estarán presentes en la vida de las personas; que no vale la pena hundirse en el fracaso por cosas que, si las vemos detenidamente, en realidad son tan simples y no valen la pena; que debemos aprender a confiar en nosotros mismos, ser luchadores, emprendedores, respetuosos de la ley natural y humana; que hay cosas más importantes que el dinero; que los valores nacionales deben estar ante todo; que debemos tener la mente abierta a todas las posibilidades y verdades; y que la comunicación es fundamental para resolver los problemas y las controversias entre los seres humanos. De una manera u otra, de todo esto se habló y se demostró, pero nada hubiera sido posible sin el apoyo de la SENPLADES, la Gobernación del Azuay, la Vice-alcaldía de Cuenca, la Cooperativa de Ahorro y Crédito Señor de Girón, el Concejo de la Niñez y Adolescencia de Nabón, la Cooperativa Ahorrista Solidario y Radio La Roja. Y en fin, nada será posible si personas e instituciones no se sensibilizan ante la necesidad de mostrar a los jóvenes lo que a ellos en realidad les agrada e importa, sobre todo si el ámbito de la intelectualidad y la expresión es su ilusión y su mundo, aunque esté todavía confuso y de poco o ningún aprecio por parte de ciertos docentes. Y el Proyecto no concluye su misión. Como circo que acaba su función, enseguida irá a otros lugares, porque los jóvenes lo necesitan. Zaruma, Nabón, Marcabelí, mostrarán luego nuevas versiones, y en cada lugar, serán otras experiencias, pero a lo mejor continuarán hablando de lo mismo, hasta hacerse escuchar, dirán cuál es su versión y su interpretación del mundo, de su universo incomprendido y cada vez más difícil. Esta tribuna se abrió hace 29 años y prosigue, hasta cuando sea posible…

César Pinos Espinoza

E mail: cesarpinose@hotmail.com

www.proyectoclubesdecomunicacion.blogspot.com

sábado, 19 de noviembre de 2011

RECUERDOS DE EL PARAÍSO





GUALAQUIZA- HISTORIA Y VIDA.: Gualaquiza arqueologica- 1ra época

Seis horas en El Paraíso

De las selvas y montañas que todavía quedan en la zona de Gualaquiza existen lugares muy poco hollados por el pie humano. Uno de ellos es la Reserva Ecológica de El Paraíso, en donde aún existen especies animales y vegetales “tal como Dios los puso en el momento de la creación”. A petición nuestra y sin tener idea de la distancia y dificultad del trayecto, pero sí de los tesoros que puede guardar la naturaleza, fuimos en días pasados al lugar con la compañía de guías y conocedores y 27 estudiantes del colegio “Camilo Gallegos Toledo”, de Gualaquiza.

No hay camino, se hace camino al andar

El día no acompañaba, pero sí la alegría y fortaleza de los excursionistas. Las primeras indicaciones proporcionaba a los estudiantes el profesor Héctor Caldas, y no sé si estábamos adecuadamente equipados. En el trayecto nos dimos cuenta que de que no. Llegamos en “ranchera” o “chiva” hasta el punto denominado Túmbes, de allí se recorre por una vía de regulares condiciones durante veinte minutos hasta su término, desde donde comienza la sinuosa ruta a pie. Nos llamaba la atención una cantidad de sacos con un material obscuro. Se trata de tierra humosa o abono natural que algunos sacan de la montaña, seguramente para vender, especialmente para jardines y viveros. Cuando en la montaña cae una hoja al suelo es inmediatamente atacada por hongos y bacterias dando inicio a su descomposición. Como resultado, una parte de ella se convierte en nutrientes minerales: nitrógeno, fósforo, potasio, etc. que son tomados por las raíces; otra parte de esa hoja se transforma en humus y de igual modo cualquier otra materia orgánica, como el estiércol, por ejemplo, materiales que luego son atacados por microorganismos, para dar lugar al indicado e invalorable humus y a nutrientes. En este lugar el biólogo Freddy Nugra explica los detalles del ambiente que nos espera y posteriormente en el camino referirá lo que sabe respecto a la flora y fauna de ese enorme bosque. Se trata de una reserva de 590 hectáreas que llegan hasta una altitud de 1800 msnm, guardando 160 especies de plantas, anfibios, bagres y aves. “Este es un verdadero paraíso con lluvia y todo”, afirma. Vamos por una trocha larga y penosa, los barrizales y enmarañada selva nos esperan, nada regular, todo subidas y bajadas cada vez más complicadas.

Reguero de sangre por riquezas naturales

Aunque dicen que hablar cuando se camina en extremo, merma la reserva de energías y fuerzas, sí queda tiempo para escuchar algunos detalles de los tiempos críticos vividos en Gualaquiza, como por ejemplo durante la Guerra del Alto Cenepa: el principal centro de salud se convirtió en un hospital de sangre, iban y venían las ambulancias, llegaban médicos como nunca se vio, helicópteros y aviones aterrizaban y salían a cada momento, por tierra y aire llegaban tropas, la gente no sabía qué hacer, tenían temor de que aviones peruanos bombardearan el pueblo, los que podían abandonaban su tierra para dirigirse a lugares seguros, en fin, todo fue sufrimiento y tensión. Casi nada se sabía de los entretelones del conflicto, sólo después se conoció que el Perú quería ratificar su presencia en zonas muy ricas en minerales, por supuesto, compartiendo intereses con empresas mineras extranjeras. ¡Qué barbaridad! La obra “El festín del petróleo”, de Jaime Galarza, no exagera un milímetro sobre las ambiciones poderosas de las transnacionales. Y así, el extenso y hermoso valle del Cenepa, que fue nuestro, por los amarres de mandatarios y hasta con llantos mentirosos de traficantes de armas, hoy ya no figura en nuestro mapa.

¿Por qué mataron a Chico Mendes?

La jungla, la soledad y la dureza que nos toca experimentar, exigen esfuerzo y sumo cuidado, pero también proporcionan momentos para meditar sobre esos verdaderos paraísos naturales que son un auténtico tesoro y que por lo regular no los sabemos cuidar. Las razones: ignorancia, ambiciones personales, pobre educación y pésimas administraciones nacionales y jurisdiccionales que pasan por la historia sin pena ni gloria. Creo que compartimos los criterios con Pablo Delgado, Freddy Nugra, Héctor Caldas y Edison Jiménez, con quienes caminamos por la selva, sólo que deberán ellos y todos los jóvenes conocer la vida y muerte de un notable defensor brasileño de los árboles, que tuvo un fin trágico, como dice la singular canción de Maná, “Cuando los ángeles lloran”: “A Chico Mendes lo mataron / lo sabía Color de Melo y también la policía…”

Asoma el hermoso el Gallo de la Peña

La caminata prosigue y sólo las fotografías pueden dar fe de lo difícil del camino, sin dejar de ser un desafío al corazón, los músculos y los pulmones. A veces es muy lento el caminar, por el cuidado que exige el piso que puede ser falso o porque hay que atravesar quebradas y riachuelos de montaña, en donde por supuesto, hay oportunidad de lavarse el sudor del rostro y bajar un poco la temperatura del cuerpo. Un cedro enorme todavía es motivo de respeto, pequeños animalitos huyen ante el paso del gran depredador y por allá lejos, con su clásico copete y sus vistosos colores, el gallo de la peña desde un árbol algo dice y nos mira, y por supuesto tiene un miedo muy justificado. El gallo de la peña es una de las aves más hermosas del mundo, por su plumaje y cortejo; su cabeza está adornada por una cresta naranja, tiene un complejo comportamiento de apareo y sus nidos son construidos en las caras verticales de grandes rocas, cuevas o despeñaderos. La hembra construye el nido y cuida sus crías sin la ayuda del macho. Caso típico de muchas mujeres valientes, que dada la irresponsabilidad de los gestores de la vida, no los toman luego en cuenta y cuidan a sus críos “como Dios manda, en vez de malparirlos sin que la vean”, tal cual manifiesta el inolvidable Indio Duarte en uno de sus hermosos poemas.

Por fin en la cascada de El Paraíso

La lluvia a veces arrecia. Estamos empapados, enlodados y cansados, pero interiormente, completamente satisfechos. Cuánto falta para llegar, preguntamos todos. Se hace largo este subir y bajar, y eso que todavía estamos de ida. Al fin un sonido esperanzador. Y un poco más, hemos llegado a la cascada. Tiene unos ochenta metros de altura y el agua desciende a una piscina de unos treinta metros de diámetro. Algunos muchachos “chumblug”, a pesar del frío, pero como la juventud es sana, no pasa nada, y con ropa y todo, al agua señores. No hice lo propio por no dar espectáculo, pero casi, casi me animo, remedando a ese personaje de la televisión, que en la selva busca lo más peligroso y se come todas las alimañas que encuentra. No habría sido ninguna novedad ni la primera vez. A las 09h00 iniciamos la caminata. Son ya las 12h30. Hay que retornar.

Regreso “largo como piropo de tartamudo”

El regreso se hizo eterno, como cuando uno va a un velorio de un muerto que no conoció ni es pariente. “Largo como piropo de tartamudo” o “como esperanza de pobre”, como dice el pueblo. Ahora si, como consta en el lenguaje de los guambras, “ahí te quiero ver”. Sólo Pablo Delgado al final me acompaña en el viacrucis y al fin ni él, porque nos perdemos y vamos a dar en otro lugar, que si no hubiera sido por Lucho Nugra que nos encuentra en un recodo del camino y hasta nos da de comer, a lo mejor iba a parar en Brasil asomando con una garota. A las 16h00 todavía no llegábamos de retorno a Gualaquiza. Por lo menos habíamos caminado seis horas consecutivas. Ahora, no hablaba, únicamente pensaba en una ducha caliente y en quitarme las libras de barro que llevaba encima. En la noche, en el terminal, esperando un bus para el regreso, con Freddy y Luis, algún corto comentario. Pero la historia no terminaba allí. A las nueve de la noche un gran derrumbe cerca de La Virgen, nos mantendría presos durante quince horas en el bus. ¡Qué cosas no! como dice Kiko, pero de eso y otros pasajes no me arrepiento, son gajes de la vida y son para contar, como esta vez a ustedes queridos amigos lectores.

César Pinos Espinoza

cesarpinose@hotmail.com