jueves, 4 de abril de 2013

POSORJA, PUERTO ESTRATÉGICO EN EL GOLFO DE GUAYAQUIL



Hemos partido esta vez desde Guayaquil tomando una bus de la empresa Posorja, de regular servicio, para recorrer algunos pueblos como Ceresito, El Progreso, Playas, Data y finalmente llegar a nuestro destino. Posorja es una parroquia del cantón Guayaquil ubicada en el canal de Morro frente a la isla Puná. Tiene gran movimiento comercial, aunque su organización urbana –con la notable riqueza pesquera, agrícola y comercial-- podría ser mucho mejor. Partiendo de Guayaquil poco a poco la zona se está convirtiendo en conurbación. Se construye por todas partes, y aunque existen señales de pobreza y desorden al salir del puerto principal, las autoridades y la empresa particular no se detienen. Dado el tráfico a veces complicado, se llega a Playas en dos horas, y de pronto comienzan a asomar las modernas construcciones hoteleras, residencias costosas e industrias de todo tipo. Pasando Playas llegamos Data.
Posorja, “Espuma de mar”
Posorja tiene una larga historia a causa de su ubicación estratégica. Se levanta sobre antiguos asentamientos indígenas que existían mucho antes de la llegada de los españoles. Con relación a su nombre hay varias versiones, pero la más aceptada por los pobladores y relatada por Gabriel Pino Roca en sus “Leyendas, Tradiciones y Páginas de la Historia de Guayaquil”, es la que sostiene que se deriva de una princesa aborigen llamada Posorja, que lideraba una tribu asentada en esa zona. Dicho nombre en lengua nativa significaba “Espuma de Mar”. Otra tradición expresa que se origina en épocas de la colonia, cuando en el sitio --situado a la entrada del canal y conocido entonces con el nombre de Punta de Arena-- existía un caserío cuyos aguerridos habitantes, liderados por un patriarca llamado Posorja, combatían los asaltos de piratas en el golfo contra las naves que salían de Guayaquil.
Luego de haber pertenecido durante muchos años a El Morro, el 12 de abril de 1894 Posorja pasó a ser parroquia rural del cantón Guayaquil durante  la Presidencia de Luis Cordero. Su parroquialización --reafirmada en la Ley de División Territorial de 1897-- se celebra el 27 de junio. (Rodolfo Pérez Pimentel).






La regata más larga del mundo
Cada año Posorja se viste de gala para dar la bienvenida a los participantes de la tradicional y famosa “Regata de yolas” que, partiendo desde Guayaquil, recorre 156 millas náuticas, convirtiéndose en la más larga del mundo, dentro de su género. Hace poco en la Semana Santa, tuvo lugar  dicha prueba hacia Posorja.  Fue un espectáculo único con la presencia de turistas y curiosos, una verdadera fiesta popular. Los remeros que salieron desde el Malecón Simón Bolívar de Guayaquil en un recorrido único, esta vez con 17 yolas, representaron a varias instituciones, entre otras el Municipio de Guayaquil, Universidad Politécnica Salesiana, Infantería de Marina y Ferroviarios;  debían cruzar Punta de Piedra, Faro de Alcaraz, Isla Mondragón, Puerto Arturo, Isla Verde hasta llegar a Posorja.
Nuestras vivencias en la ruta a Posorja
En Data ya se ve un mundo diferente, rápido se desciende hasta el nivel del mar y ver un hermoso y amplio panorama del océano, para admirar y aprender. Industrias, edificaciones modernas y riqueza económica, que se justifica por la producción, el puerto y el varadero, y también por la buena producción de sandías, chirimoyas y pepinos. En el bus viajo junto a Antonio Borbor, amigable y presto a contarme algunas cosas del ambiente posorjeño: es dueño de un barco pesquero y da trabajo a 17 personas, entre mecánicos, pescadores, cocineros, encargados de las redes y patrón. Es algo muy interesante, esforzado, valiente, duro y positivo para la economía de todos y cada uno. En el barco el trabajo es intenso y permanente. Las horas de la noche y madrugada son las de mayor actividad. Recorren varios días por lugares a veces lejanos durante cinco horas de navegación, cuidando de no sobrepasar los límites internacionales, apoyados por Gps y para la pesca con “sonar” que tienen un costo de 25 mil dólares y permite ver en la pantalla los bancos de peces para operar de inmediato.
Proyecto ambicioso y caro
Desde 2009 existe el proyecto de convertir a Posorja en un puerto de aguas profundas para facilitar el tráfico marítimo internacional mediante una millonaria inversión en la primera etapa, de acuerdo a lo que afirman. Hoy Posorja tiene una población aproximada de 28 mil habitantes. El objetivo es contar con malecones renovados, vías perimetrales, muelles artesanales y turísticos, un mercado de artículos varios, un centro de acopio de mariscos, programas habitacionales y una red de infraestructura de servicios básicos, muelles para pesca y lancheros, pero todavía no los vemos. Además, algunos proyectos grandes como “el Parque del Cosmos, todo un complejo, una torre de cuatro pisos donde se expondrán obras relacionadas con la historia de la humanidad y la paz, y permitirá el avistamiento de ovnis. Adicionalmente, habrá áreas de contemplación o para caminatas. Eso está programado para los próximos dos años”, según manifiestan.
Otras ideas y opiniones sobre esta tierra
Don Heriberto López, en “Tiempos de antaño en Posorja”, dice: “Posorja a lo largo de los años ha guardado el secreto de poseer grandes atractivos naturales y turísticos, tales como, extensos manglares, aves, reservas naturales, y los amigables delfines nariz de botella, llamados localmente bufeos. Los turistas disfrutan mucho de la extensa playa de apacibles olas de Posorja, además posee un espectacular clima tropical. En los alrededores de la playa y el puerto turístico de la población se encontrará un organizado grupo que lo llevará a recorrer los manglares de El Morro, Islote Farallón y la Isla Puná”. Adicionalmente manifiesta que “Actualmente en Posorja se construye el Primer Puerto de Aguas Profundas del Ecuador con alcance intercontinental. Junto a esta terminal de aguas profundas se levantarán instalaciones industriales, una subestación eléctrica, que generará 25 megavatios, un regulador de agua potable, redes de aguas servidas, sistemas de escáner y de verificación de contenedores, salas de conferencias y otros. El espacio que ocuparán las obras es de 150 hectáreas en plena desembocadura del río Guayas. Generará empleo y recibirá buques que transportan hasta 7 mil contenedores”.  Muy optimistas impresiones.
Otras interesantes tradiciones
Posorja nace del nombre de una célebre pitonisa, adivina o hechicera Huancavilca. Su leyenda fue muy popular en la Colonia. Se cuenta que una infantil criatura apareció de pronto frente a las costas de la península de Santa Elena, en el sitio en que está la población del mismo nombre. Llegó sola en una pequeña nave de madera más liviana que la balsa. La niña, de rasgos blancos, estaba envuelta en finas mantas de algodón con estampados y raros jeroglíficos, llevaba colgante en su pecho un caracol pequeño finamente labrado, fue adoptada por los Huancavilcas y creció hasta hacerse mujer.  Entonces empezó a vaticinar los sucesos más trágicos del pueblo que la adoptó, cobrando fama de gran visionaria en toda la región. Huayna Cápac y después Atahualpa, llegaron hasta su aldea en la península de Santa Elena y les predijo los trágicos desenlaces de sus reinados. Huayna Cápac creyó a Posorja una enviada del dios Pachacámac y le pidió que le vaticinara su porvenir, viendo en los ojos de la pitonisa su muerte en Tomebamba y la guerra fratricida entre Atahualpa y Huáscar.  Atahualpa le pidió que revelase su futuro. Pronosticó su triunfo sobre Huáscar y el breve tiempo que duraría su victoria. Predijo que llegarían unos hombres blancos y barbados que matarían al inca luego de tomarlo prisionero en Cajamarca. Cuando Posorja terminó su revelación declaró que su misión en la tierra había terminado, puesto que aquella había sido su última visión. De inmediato se dirigió al mar, sopló su caracol y una ola se la llevó. (“Diccionario mitológico popular de la comunidad mestiza ecuatoriana", de Manuel Espinosa Apolo).
El riesgo de quedarse a vivir
En Posorja hay dos hoteles cercanos a la playa; su costo por noche es de diez dólares; viajar a Puná es muy fácil, por dos dólares le transportan a un punto llamado Bellavista en media hora; las lanchas sirven durante todo el día desde tempranas horas. En el puerto hay un típico ambiente pesquero y de movimiento de barcos que están en esas labores. Por allí en determinados momentos se puede observar el paso de barcos mercantes internacionales que entran y salen por el Golfo. Para descansar, para aspirar aroma de mar y para pasear por las calles tranquilas de este puerto, le recomendamos Posorja. Procure no quedarse mucho tiempo porque pasando a Puná y otros destinos, corre el riesgo de quedarse a vivir allí para siempre.
César Pinos Espinoza
www.proyectoclubesdecomunicacion.blogspot.com