domingo, 14 de octubre de 2012

Las Peñas, desconocido balneario esmeraldeño












En realidad este balneario permanece casi desconocido a nivel nacional e internacional. Hace unos días lo hemos visitado y nos parece un verdadero encanto, pues todavía conserva el candor de una playa con naturaleza viva, vegetación y soledad en gran parte de la semana, contrariamente a otros balnearios que ya están rodeados de grandes edificios, hoteles y bullicio. Las Peñas es un sitio que se encuentra a 85 km de la ciudad de Esmeraldas y un poco menos partiendo desde San Lorenzo al norte de la provincia del mismo nombre. Se entra por la Y de La Tola y muy cerca está este caserío de pocos habitantes. Los fines de semana y feriados tiene una buena afluencia de turistas, especialmente de Pichincha, Santo Domingo e Imbabura.
Playa limpia y extensa para disfrutar
En nuestro caso hemos ingresado a este hermoso lugar partiendo de San Lorenzo por una magnífica carretera asfaltada y señalizada, pero con el cuidado y recelo de los vehículos que abusan de la velocidad a falta de un control por parte de los respectivos vigilantes. En la Y algunas tricimotos esperan a los visitantes para conducirlos  al balneario o a lugares aledaños, mientras un grupo de vendedores tratan de comerciar sus naranjas, jugo de coco o agua en botellas; al frente venden quesos y no falta el jugo de caña para la sed y el calor. Las Peñas es un lugar que no tiene mucho tiempo de descubierto; cuenta con una extensa playa de unos tres kilómetros, limpia y con un mar tranquilo en las primeras horas de la mañana hasta las primeras de la tarde cuando sube la marea y es preferible abandonarlo porque su fuerza e inmensidad son impresionantes. Arribamos con un grupo de estudiantes del colegio Barón de Carondelet provenientes de la parroquia del mismo nombre, completamente equipados de lo necesario para preparar alimentos y disfrutar de un largo día de sol, arena y mar.
Retorno de los pescadores causa curiosidad
En el balneario de Las Peñas hay una cantidad de atractivos: la misma playa cubierta de conchitas y piedrecitas, el arribo de pescadores, cuevas, peñones y rincones, así como un largo espacio para caminar sin preocupación alguna. Sin embargo, siempre se requiere de tomar precauciones en cuanto a observar de modo permanente a los bañistas porque cualquier situación puede presentarse en relación a la salud de los mismos. Pero no todo es color de rosa; para los pescadores con quienes conversamos, esta época no es tan buena, algunos salieron a las dos o tres de la madrugada y miren, retornaron a las cuatro de la tarde con poco producto, algunas libras de camarón, langostas y pequeños peces, que según expresó Sigifredo, no representan ni cincuenta dólares; todo un día de riesgos y trabajo intenso y difícil en el extenso mar, para cosechar tan poco. Mientras tanto los estudiantes apuran comprando a precios muy bajos jaivas, cangrejos, pequeños peces y estrellas de mar para llevarlos a sus hogares en San Lorenzo.
Un paraíso lleno de paisajes naturales
El lugar cuenta con playas vírgenes, en las cuales se puede disfrutar del sol y cálidas aguas durante todo el año. Este balneario  limita en su parte sur con la población de Olmedo, donde se encuentra la reserva ecológica de Majagual, con los árboles de mangle más altos del mundo. La productividad  de las Peñas está basada en la pesca artesanal. Las Peñas es un paradisíaco destino, reconocido por sus aguas cálidas y tranquilas. Es el lugar ideal para la práctica de deportes como esquí, surf, motos acuáticas, paseos en bote o simplemente para nadar. Playa Las Peñas también es un lugar tranquilo, excelente para pasear con la familia y amigos disfrutando de los magníficos paisajes naturales. Además cuenta con excelentes hoteles, así como restaurantes y centros nocturnos de primera, donde se puede pasar días inolvidables. En los alrededores de la playa es posible adquirir pulseras, aretes y otras artesanías fabricadas a base de conchas de almeja, bambú, coral, coco, perla, tagua, pambil, toquilla y balsa. En el lugar hay cerca de 1500 habitantes en su mayoría de raza negra, mulata y mestiza, la mayoría dedicados a los quehaceres del turismo y la pesca. Se encuentra a 280 km de Quito y a 550 km de Guayaquil, con una temperatura ambiental de 22 a 30 grados C; pertenece al cantón Eloy Alfaro y es también preferida por colombianos, tulcaneños y ambateños. Las Peñas está a poca distancia de la isla de La Tola, ya en el extremo norte de nuestro territorio y a poca distancia de la Playa África, nombre que dice mucho y revela la gran presencia de afroecuatorianos, gente fuerte, sana, alegre y dispuesta a prestar ayuda a los extraños.
Preparar alimentos, jugar y gozar del mar
Nuestro grupo, instalado enseguida bajo una carpa, distribuye el trabajo: unos pelan el verde, otros preparan el fuego de cocina, ellas dan indicaciones, alistan los condimentos, en fin, hay que dejar todo listo para comenzar a jugar en la playa y correr para satisfacer la curiosidad porque se aproximan los pescadores, y a bañarse en las cálidas aguas. Nixon Mina ofreció venir y acompañarnos pero no fue posible por motivo de sus funciones en la junta parroquial, en todo caso estuvo atento a prestar el medio de transporte y a procurar que su gente se divierta sanamente en un lugar seguro. Ya cerca de las cinco de la tarde, así mismo, todos los jóvenes colaboran en recoger los equipajes y se aprestan al retorno. Un día hermoso, inolvidable, de esos que no se repetirán de igual modo y que deja a todos magníficas enseñanzas y recuerdos. Era hora ya de volver a Carondelet, pueblo afroecuatoriano muy empeñado en progresar material y humanamente.
César Pinos Espinoza