viernes, 13 de mayo de 2011

La ruta por los páramos de Moriré






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Diario El Mercurio. Cuenca, Ecuador.

Los nombres son sugestivos, inspiran alguna idea y encierran viejas historias de viajeros que en el intento de avanzar hacia la Amazonía, posiblemente perdieron la vida o estuvieron a punto de perderla. Nos referimos a Matanga y Moriré. Por Matanga desde el Sígsig está la vía hacia Chigüinda y Gualaquiza; por Moriré, atravesando Jima hacia San Miguel de Cuyes y Amazonas, de forma paralela, también a la misma bella ciudad del sur de Morona Santiago. En los dos casos, se trata de importantes posibilidades para unir al Azuay con dos provincias amazónicas hermanas y establecer lazos de comercio, cultura, turismo y fortalecimiento nacional.

Con la carretera vendrá cuánta cosa

Por Chigüinda, según asegura la Subsecretaría de Transporte y Obras Públicas, una carretera de primera estará lista en aproximadamente un año; en cambio, por Jima y Moriré, es un sueño de hace mucho tiempo; según vemos, el proyecto está dormido y los habitantes continúan transportándose, como hace cien años, a lomo de acémila o a pie, durante horas y horas de duro y sacrificado tránsito. Pero como dice Marco Zhunio en Peñas Blancas, no hay mal que por bien no venga, pues con la carretera vendrá también cuanta cosa no del todo positiva y a lo mejor romperá con la tranquilidad de estos lugares. En verdad, nos preocupa lo que podría suceder: tala inconsciente de árboles y captura de especies animales preciosas que habitan por ahí.

Desde Jima a Moriré la vía en pésimo estado

El histórico proyecto de una ruta por Jima hacia Gualaquiza, no ha quedado más que en eso. No conocíamos ese trayecto y en días pasados intentamos recorrerlo en todo lo posible. Hoy, en lo que concierne al Azuay está poco menos que abandonado. Desde la población de Cumbe existe una carretera de regulares condiciones que conduce a Jima, pintoresco poblado del cual nos ocuparemos en otra oportunidad. De este pueblo azuayo que pertenece a la jurisdicción de Sígsig, hay mucho qué decir. Por ahora sólo queríamos saber qué hay más allá. Y proseguimos por un maltrecho camino que no puede llamarse carretera. El vehículo 4 x 4 se reciente a cada paso pero como está para esos menesteres, continúa. Existen huellas de una anterior y vieja construcción vial que lamentablemente se destruye cada día. Mientras tanto con Rafael conversamos sobre el bosque de Tambillo que se encuentra más allá y en cuanto al grave problema del tráfico de madera que se produce en diversos lugares de la Amazonía.

Preocupa el tráfico de madera

Personalmente nosotros hemos constatado el tráfico de maderas en las carreteras de Sucumbíos, Orellana, Pastaza y Napo. Hemos visto con pena y preocupación grandes camiones transportando enormes tucos de madera con dirección a la Sierra, sin que nadie diga ni haga nada. ¿Es que no hay quién controle? ¿Escapa del control este tráfico ilegal y despiadado de maderas preciosas y con ello la muerte segura de especies animales en peligro de extinción? ¿Será imposible parar la destrucción de un hábitat invalorable? Existen normativas para explotar la madera, explica el Ing. Rafael Ochoa, técnico del Ministerio del Ambiente, pero al parecer son burladas. Existe una forma de control: para transportar madera se requiere de una guía, la cual implica una aprobación de un plan de aprovechamiento y al no existir esta guía, que es muy exigente, los traficantes buscan y encuentran las rutas y horas adecuadas para su ilícito negocio. De acuerdo a la Ley este control no está a cargo de la Policía, sólo lo puede hacer el Ministerio del Ambiente o personas particulares mediante denuncias que son recompensadas con el 50% del importe del cargamento. Pero en la práctica, por falta de apoyo logístico y otros factores, todavía no es posible el indicado control.

Rica vegetación y vida silvestre

Con esta preocupación en la mente y retornando a la realidad con los sacudones que genera el camino, ya nos encontramos en el páramo. El frío es intenso y la llovizna, la neblina espesa dificulta el tránsito. Al paso vemos restos de un antiguo camino de herradura, que con seguridad debió causar mucho desgaste a los viajeros; la vegetación por allí es diversa: sigasales, gañales, helechos, laureles, bromelias, aguarongos, moras y otras especies. El aguarongo es una flor de la que se alimentan los osos de anteojos, dice Rafael. Pasamos por un reservorio con un letrero identificativo: “Comunidad de Tasqui-Llacuchir”. Entre una variedad de aves, el mirlo brinca por allí mansito, y a lo lejos divisamos el enorme bosque de Tambillo con pinos en una enorme extensión; mejor habría sido con especies nativas, dijo un campesino, y ya sabemos por qué. Un letrero en medio de la neblina expresa: “Bosque protector de Tambillo. Propiedad de la Cooperativa Jima”. Pisamos ya jurisdicción de Morona Santiago, ruge el viento en los abismos, nos encontramos a cerca de 4 mil metros de altitud, radio La Roja se escucha nítidamente, y el zuro, una planta del lugar, nos indica el cambio de ecosistema. Al paso comentamos sobre la forma cómo en otros países aprovechan de los lugares con neblina y humedad mediante lo que se denomina “ordeñamiento de las nubes”, mientras en nuestro país, a veces, literalmente “nos morimos de sed junto a la fuente”.

Félix un niño excepcional que visita a su abuela

Descendemos ahora por una carretera recién abierta pero en buenas condiciones con dirección a San Miguel de Cuyes a donde por supuesto no llega la vía, pero nos enteramos de que el Gobierno Provincial de Morona Santiago trabaja intensamente en diversos frentes, a pesar de lo enorme que es esa provincia, de manera que es más factible que en un año se concluya la carretera en lo que a esa provincia corresponde hasta Gualaquiza, que en la parte del Azuay. Nos detenemos en Peñas Blancas, sitio llamado también La Punta. Pasan arrieros con rumbo a San Miguel y Amazonas. Conversamos con Félix, niño de 13 años, a quien lo hemos traído desde Moriré y nos cuenta que viene visitando a su abuelita en Jima y camina --más bien dicho corre-- por donde hay carretera o enderezando, por caminos, pendientes y chaquiñanes pedregosos, con rumbo a San Miguel de Cuyes y enseguida a Amazonas; después proseguirá a La Florida, de la parroquia Nueva Tarqui, y para ver a sus padres y seguir trabajando junto a ellos cubrirá todo el recorrido en unas siete horas, lo que para nosotros puede ser en el doble del tiempo. ¡Qué maravilloso niño¡ Le ofrecí visitar a su familia en algún momento. Llegará el día de llevarle un obsequio.

Próxima parada: San Miguel de Cuyes

En Peñas Blancas conversamos con doña Rosa Ortega y su esposo Marco; nos cuentan que los viernes hay feria más abajo y que una buseta llega los fines de semana con comerciantes desde Jima. Hay 13 km desde allí hasta San Miguel de Cuyes, y del parque de Jima hasta su tienda 35 km. Ahora a regresar a casa. Nuestro próximo objetivo será sin duda San Miguel de Cuyes y Nueva Tarqui. Por allí hay cosas interesantes que cuenta el Padre Juan de Velasco en su “Historia del Reino de Quito”. Iremos a ver de qué se trata. Nos estamos haciendo invitar. Este punto de Morona Santiago tiene una larga historia interesante. Según narran, estuvo poblado posiblemente por Cañaris que luego abandonaron el lugar como consecuencia de enfrentamientos con tribus orientales. Esto lo demuestran restos arqueológicos localizados en Espíritu Playa y otros puntos cercanos a la parroquia. Pero miren lo que hemos logrado, por lo menos tener una idea de lo que es la realidad por esos lares. Nuestra inquietud apenas ha nacido, existe mucho por recorrer e investigar. Ya les contaremos interesantes novedades. Mientras tanto, daremos un salto hacia fuera de las fronteras de nuestra patria para recorrer otros pueblos y ciudades y así alimentar vuestro espíritu y conocimiento.

César Pinos Espinoza

cesarpinose@hotmail.com

domingo, 8 de mayo de 2011

"Historias y Sucesos"


Se trata de cincuenta reportajes sobre los más diversos temas relacionados con el Ecuador, por ejemplo: La muerte de Alejandro Labaka e Inés Arango en manos de los Tagaeri; Viaje por el río Napo; La historia de Carondelet; La historia del ferrocarril de Eloy Alfaro; La historia del Mariscal Antonio José de Sucre; Las Reinas de Cuenca, La baronesa de Floreana, etc.