sábado, 23 de julio de 2011

UN NUEVO TONY KAMO...?






LO QUE VEN ES INCREIBLE PERO CIERTO. ¡KINESTESIA A LA VISTA!

miércoles, 20 de julio de 2011

BALAO 2011


FANNY VEGA, DEL COLEGIO RAFAEL MARÍA ARÍZAGA DE SAN GABRIEL DE CHAUCHA ESTARÁ PRESENTE COMO CANTANTE.

BALAO 2011


TANIA PÁRRAGA, FERNANDO BRAVO, ROCÍO GORDILLO Y JACKELINE BELTRÁN, VALIOSOS INTEGRANTES DEL PROYECTO CLUBES DE COMUNICACIÓN.

BALAO 2011


PAOLITA QUEZADA, UNA DE LAS MEJORES EXPOSITORAS DEL AÑO ANTERIOR ESTARÁ EN BALAO 2011, ESTA VEZ COMO AYUDANTE Y COORDINADORA DEL ENCUENTRO...

BALAO 2011


NOELIA APOLO, UNA DE LAS MEJORES EXPOSITORAS DE PIÑAS, PROVINCIA DE EL ORO.

martes, 19 de julio de 2011

BALAO 2011


CLUB DEL COLEGIO ANFITRIÓN FISCAL TÉCNICO BALAO

BALAO 2011






ESTUDIANTES DE ZARUMA: ENCUENTRO DE BALAO, 5 DE AGOSTO DE 2011.

ENCUENTRO BALAO 2011






PRIMER ENCUENTRO DE CLUBES DE COMUNICACIÓN ESTUDIANTIL EN BALAO: PARTICIPANTES DEL COLEGIO "RAFAEL MARÍA ARÍZAGA", DE SAN GABRIEL DE CHAUCHA.

domingo, 17 de julio de 2011

Un callejón sin salida

18/07/2011: Twiter y facebook

El tema de la explotación de minerales se torna conflictivo en el mundo entero. Los efectos de la minería no han sido ni son halagadores, pues si bien se supone que la minería es la mejor fuente para obtener recursos que sirven para atender las necesidades fundamentales de los pueblos del tercer mundo, por lo que se sabe y hemos comprobado, son más bien la causa de una grave contaminación del agua, la tierra y el aire y por ende afectan a la salud de las personas. Es una situación que al momento aparece como un callejón sin salida.
Por una parte, la industria a nivel de las grandes potencias requiere para su desarrollo de enormes cantidades de cobre, oro, plata, hierro, cadmio, niquel y otros elementos que deben ser obtenidos a como dé lugar, es decir, al costo que fuere: contaminación, enfermedades, deforestación y otros riesgos, porque todavía, que conozcamos, no existe una tecnología de punta que removiendo las entrañas de la tierra, no cause daño alguno, si bien no de inmediato, con el paso del tiempo.
A veces, como hemos comprobado en el Ecuador, los efectos de la explotación minera no se detectan enseguida, o por lo menos no de forma evidente, o por último, no se llegan a conocer, pero no hay duda de que suceden. Con una larga tradición minera este país tiene un ejemplo palpable. Sucedió entre 1900 y 1950. En este lapso se produjo una explotación minera en Zaruma y Portovelo, sin precedentes. Se extraía a razón de 200 onzas de oro diarias, es decir, 73 mil onzas al año, que a un precio de 35 dólares la onza (en 1968) significaban para la compañía norteamericana SADCO, 127' 750 mil dólares, que hoy, a un precio aproximado de 1300 dólares la onza, por el tiempo ya indicado de 50 años, resultaría una friolera billonaria difícil de expresar. Pero es cuestión de tomar una calculadora.
Lo grave es que prácticamente se llevaron todo, poco menos que el famoso "tesoro de Atahualpa", dejando a cambio enfermedades, pobreza, muertos "no se sabe por qué", contaminación (el río Amarillo es una muestra) y por lo menos unos 15 kilómetros de túneles, uno de los cuales hoy paradójicamente es una atracción turística. Los empresarios de la SADCO dijeron que abandonaban las minas "porque ya no eran productivas". ¿A dónde más? ¿Y cuánto pagaron al Estado ecuatoriano? ¿Quienes fueron de la noche a la mañana los nuevos ricos criollos? ¿Y en cuanto a otros metales explotados, como plata, cobre, cadmio, plomo, zinc? No existen registros.
Hoy nos encontramos en una encrucijada. El país requiere de atención social para siquiera 9 millones de habitantes. Hay que extraer los minerales de la tierra para sustentar nuestra economía. No tenemos otra forma, de lo contrario vendrá la conmoción social. Se habla de los menores efectos posibles. ¿Y si las grandes transnacionales mineras nos vuelven a mentir?

MÁS FOTOGRAFÍAS DE SAN GERARDO DE WAWALPATA




FOTOGRAFÍAS DE SAN GERARDO DE WAWALPATA







Historias y bellezas de San Gerardo de Wawalpata


Antes de la invasión hispana fueron asentamientos Cañaris localizados en Wawalpata, San Fernando, Pacay y Cañaribamba. Después se convirtieron en Encomiendas, “para proteger al indio y enseñarle”. Con la Independencia desde comienzos del siglo XIX aparecieron las Haciendas. Casi nada cambió para el indio. Ese fue el proceso en las condiciones del nativo, “de cuya alma se dudaba”, hasta llegar a cierto estado de derechos y obligaciones que sólo con el advenimiento de la revolución liberal avanzaron de alguna manera. A comienzos de ese siglo seguramente la hacienda de Wawalpata fue enorme, comenzaba en las goteras de Girón, con El Choro incluido, hasta lo que actualmente es Chumblín, San Fernando y los inicios del valle de Yunguilla, por supuesto, con un gran bosque nativo, hermoso hábitat de especies que hoy casi se han extinguido. Es probable que perteneció al doctor Casto Alvear, un distinguido personaje español de los inicios de la organización judicial, que luego de la batalla de Pichincha, el Gran Mariscal Antonio José de Sucre apoyara en sus pasos preliminares en Cuenca. La gran hacienda se redujo pero una parte considerable perteneció luego al doctor José Alvear y Alvarado, hijo del jurisconsulto, distinguido médico, irrepetible por su calidad humana y sabia, que dedicó su vida a luchar por la salud de todos, especialmente de los más desposeídos. De aquí nace la leyenda del “médico noctámbulo”.

La historia del doctor José Alvear

La hermosa joven Manuelita, hija del célebre médico cuencano, cabalgaba plácidamente por esa gran llanura, visitando a sus amistades y familiares, pero también a sus peones humildes, razón por la cual era querida y respetada por todos. Hace muchos años en su ancianidad ella me contó esta historia y la de sus hermanos José Miguel, Enrique y Dolores. Tan basta propiedad la heredaron de su padre, aquel que una vez acudió a un llamado de la familia Talbot en Yunguilla para curar a alguien que había sufrido una caída. No sólo que curó a la persona accidentada sino que dedicó su tiempo para sanar los males de la gente humilde en esa zona entonces malsana, pero y allí adquirió el paludismo o malaria, que a la postre lo mató casi de modo fulminante. A él no lo pudieron salvar ni sus propios colegas. Algo más –que guardaremos en el baúl del silencio-- me dijo al respecto doña Manuelita.

Quedan algunos recuerdos

Las tierras de esa hacienda y otras cercanas, las he vuelto a recorrer hace poco y casi nada queda del pasado de esplendor: la antigua casa de hacienda de los Alvear, ya remodelada y transformada por su actual dueño Rafael Idrovo; una casa de hacienda casi en ruinas que fuera de la familia Ochoa Ullauri, con nombres grabados en sus paredes que aún se mantienen, “Hacienda María Teresa”, “La Roca 1921”, y la hermosamente remodelada “Hostería Lago de Cristal”, de la familia Ullauri. En la zona recuerdan otros nombres de familias del tiempo del transporte a caballo por San Fernando, Yunguilla y Girón. En El Bestión, no Bastión, como alguien pretendía, encuentro a Lauro Toledo, personaje muy conocido desde hace décadas, y creo que no ha perdido ni una raya el tigre; quién más que él para contar las historias del lugar, las peripecias de la gente, los abusos a los peones por parte de ciertos patrones, la presencia de hombres que pasaron a la historia por ser buenos y los que pronto fueron sepultados en el olvido por obvias razones. De memoria sabe el incidente del triple asesinato ocurrido hace cerca de sesenta años a causa de un equivocado trato con la gente, y de otros casos, y de las inmediatas consecuencias del delito; el ocaso de terratenientes cuya historia se apagó de pronto, hasta concluir hoy en un nuevo esplendor y riqueza, producto del trabajo incesante, justo y permanente de nuevas generaciones.

Arriba se encuentran los páramos sagrados

San Gerardo de Wawalpata es una rica región llena de verdor, paraíso de producción lechera y hermosos paisajes. Comprende lugares como San Martín Chico y San Martín Grande, Cristal, San Gerardo, Santa Ana y Cauquil. En otros tiempos había dos hermosas lagunas, Zhogra y El Bestión que hoy se secan lentamente, dando paso a la totora que invade y cierra el ciclo natural por ausencia del agua. Las tradiciones y leyendas van quedando como tales y ya nada se puede hacer. Arriba muy arriba están las lagunas de Quimsacocha en los humedales sagrados y páramos que generan el agua y la vida, y hoy la polémica, para decidir entre el agua limpia y saludable y la riqueza económica del país.

El pasado es identidad de un pueblo

Hago un paréntesis para alejarme de pronósticos e historias y acudo a otra fuente de vida, los niños del lugar. Se trata de la Escuela “Agustín Crespo Heredia”, nombre de un cura que conocí en Girón. El maestro Edwin Torres me presenta a un grupo de párvulos que cantan “un conejito muy picarón, con la colita blanca como algodón…”. Son la nueva generación que más tarde tomará la posta, aunque no sabemos de qué manera. Veo avances en el pueblo, un subcentro de salud, escuelita con maestros y maestras, una vistosa iglesia, un pomposo edificio que dice “Gobierno Parroquial de San Gerardo”, onda que circula en todas partes. Es la historia actual que se ve y se vive, pero la antigua muy poco se conoce, o no se la conoció nunca. Todo es importante, el pasado es el sustento del presente, digamos la identidad de un pueblo, nos guste o no, sea bueno o malo. Pero se puede escribir y hasta imaginar, y así nace el atractivo turístico, aunque la imaginación no esté muy lejos de la realidad. Así, por esos lugares, por chaquiñanes, quebradas y pampas, con seguridad transitaron nerviosas las tropas peruanas que desde Loja asomaron en Yunguilla y ascendieron a San Fernando para luego arribar a Girón e ingresar en el Portete el trágico 27 de febrero de 1829, que generó en los sureños no menos de un millar y medio de muertos, un millar de heridos y desaparecidos y por lo menos tres mil desertores, muchos de los cuales se quedaron para siempre a vivir en estas tierras. La loma de Norambote es un punto para meditar, desde allí se observa todo, y por supuesto divisaron todo los invasores; hoy vemos las antiguas y modernas rutas desde Loja y El Oro, el pueblo de Girón y el imperturbable Portete, testigo mudo de una gesta sangrienta de hace cerca de doscientos años.

Wawalpata es “loma de arrayanes”

El nombre de Wawalpata significa “loma de arrayanes” o del wawal. Desde Girón, con pago de peaje, se asciende a Norambote y luego a San Gerardo. La carretera se encuentra en buen estado, con asfalto algo parchado, pero vale. Los parajes que se observa son una belleza. Pueden ser ideales para excursión familiar o turismo ecológico y de aventura en múltiples sitios que conducen a San Fernando, por la Asunción al valle de Yunguilla o por Guagrín al Chorro, pero cuidando cada paso de los niños, para que no se repita lo que sucedió hace poco, porque la montaña no avisa, sorprende y no es tan fácil caminar como parece; es hermosa pero puede ser trágica. Los páramos están allí visibles, como desafiando a los más audaces… pero prudentes. Hace dos décadas fuimos imprudentes conduciendo niños en la segunda chorrera, e ingenuos al llevarles a la boca del lobo, justamente allí donde instantes deciden la vida o la muerte.

César Pinos Espinoza

cesarpinose@hotmail.com

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