domingo, 10 de junio de 2012

GUALAQUIZA, CHUCHUMBLETZA Y EL NUEVO PROYECTO MINERO.








Gualaquiza, Chuchumbletza y el nuevo complejo minero
Esta vez comenzamos desde el Puyo, limpia e interesante capital de Pastaza. En el viaje desde aquí hacia Macas y Gualaquiza conocemos y aprendemos muchas cosas. La carretera se encuentra en brillantes condiciones; el puente sobre el río Pastaza cerca de Macas es espectacular y luego otro sobre el río Upano poco antes de arribar a la capital de Morona Santiago que nos recibe con una lluvia torrencial. Hasta tanto el conductor del bus nos ha contado una serie de cosas de su profesión: que ellos ganan bien –con lo que ofrece su sueldo de 450 dólares mensuales y “lo que sabemos”--, que todavía los policías les “meten la mano en los bolsillos”; que se vacila a lindas peladas; que de allí sale para llevar regalos a la casa; que sí hay pésimos choferes que no saben manejar y causan accidentes; que para los dueños del vehículo siempre el negocio es malo, y así una serie de detalles. Luego tomamos la ruta hacia Gualaquiza y llegando en la noche nuestra tarea ha concluido. Hasta aquí, la primera recomendación a turistas y viajeros, de que procuren trasladarse de día, para disfrutar de los paisajes y por razones de seguridad.
Campesinas pobres venden en un rincón de Gualaquiza
Muy temprano al siguiente día en Gualaquiza buscamos información sobre el sitio minero más importante recién concedido, pero nos llama la atención un grupo de campesinos provenientes de Bomboiza que expenden frutas y productos de su comunidad, más, esas mujeres vienen de lejos y las cositas que traen al mercado son menospreciadas por los administradores que las arrinconan, aunque los clientes sí las buscan porque son productos limpios y saludables. Una de las campesinas shuar me dice que es poco lo que al final obtienen, unos 10 o 15 dólares, de lo cual tienen que pagar pasajes y les queda algo insignificante para adquirir sal, azúcar y fideos. Al respecto contacto con Rocío, una bella chica colombiana que trabaja en la Misión Salesiana de Bomboiza; ella me cuenta que una fundación alemana tiene un proyecto para ayudar a las mujeres en referencia con el fin de comercializar esos productos a través de una cadena de mercados de Quito. La siguiente etapa, luego de despedir a Rocío en la entrada a Bomboiza, es Chuchumbletza, un pequeño “barrio” (así llaman a los recintos) de la parroquia El Güismi del cantón El Pangui, que cuenta con un Centro Fiscomisional de nombre “Hualcopo Duchicela”, al que lo visito. Robert Beltrán, de Zaruma, es el rector; tiene 185 alumnos y doce profesores, han recibido ayuda de las compañías mineras, gobierno local, junta parroquial y Dince, del Ministerio de Salud en cuanto a la atención odontológica, médica y medicamentos. Un 5% de estudiantes y 50% de padres de familia hablan shuar. Por allí habita gente oriunda de Loja y Azuay.
Los chinos, una gabarra y un puente en construcción
El joven Ernesto Pauta, nativo de Baños, Azuay, nos conduce en su doble cabina desde la entrada de Chuchumbletza hasta la orilla del río. Un gran letrero rojo con caracteres chinos deslumbra. La gabarra se había paralizado a causa de una hélice desprendida, pero ya solucionaron el problema; el puente que han comenzado a construir estará listo dentro de un año y medio, mientras tanto hay que pasar por un colgante para luego pedir permiso y un vehículo que nos lleve al campamento minero Ecuacorriente S.A. o ECSA. Por radio un guardia solicita una camioneta y enseguida llegan para conducirme al referido campamento; se pasa por el destacamento militar de Tundayme, y por allí un cazador shuar me amenaza con su escopeta. Son gajes del oficio. Vemos reservas militares y “propiedades privadas” de la ECSA. Llegamos, chicas simpáticas y bien uniformadas con insignias chinas y ecuatorianas en la recepción, preguntas y repreguntas, se ven los rostros, algunos un tanto incómodos; soy parco, digo que quiero hablar con el jefe, no doy mayores explicaciones y al fin aparece el Ing. Dixon Briceño, director; me invita a su oficina, le informo brevemente quién soy y qué deseo; su tiempo y el mío son valiosos.
La producción de cobre será en dos años o más
En el proyecto trabajan 400 personas entre obreros, técnicos y gente de servicios; realizarán diversos trabajos de ingeniería hasta el momento de la explotación cuprífera en dos o tres años más; poseen plan de manejo y licencia ambiental; cada mes se someten a auditoría ambiental; tienen un 99% en evaluación sobre seguridad, pero existen dificultades para convencer a los campesinos en cuanto a la conservación de la fauna silvestre, pues siguen realizando cacería de especies animales con escopeta, no entienden que no hay que matar; los obreros después de las cuatro de la tarde son comunidad, es su vida particular. El director indica que la empresa genera empleo; en torno a esto, afuera, un joven de nombre Juan me dijo después que ha presentado carpeta para trabajar, y nada: “dicen en la garita que no tienen orden de recibir y ponen una serie de trabas, que se requiere de bachillerato, que soliciten en El Pangui, en Gualaquiza…” En cuanto a entretenimiento de los trabajadores hay canchas, gimnasio, videos, internet, pues lo peor es que se sientan incomunicados, dice. El ingeniero Briceño señala que existe buena relación entre técnicos nacionales y chinos, “pero no debemos olvidar que estamos en nuestra casa”; los extranjeros tienen una base en Quito; no damos dinero para eventos festivos; toda la zona es de seguridad…Al final, ¿una cerveza? No, gracias, y por favor un vehículo para retornar al puente. Ecuacorriente S.A. tiene más de 10 años explorando yacimientos de cobre en el Ecuador; durante este tiempo hemos invertido más de 80 millones de dólares, bajo la figura de alto riesgo, pues una concesión minera tiene apenas una posibilidad en mil de convertirse en mina explotable”, dice su portal. Pero también se afirma que determinados políticos de oposición rondan por allí con intereses personales, dado que la inversión es fuerte, y ya podemos imaginar los beneficios a futuro (El Ciudadano-25-03-2012). Según Reuters, Infobae.com, ed. Argentina: “El contrato de Mirador, en Zamora Chinchipe con reservas recuperables de 4.738 millones de libras de cobre, tendrá una duración de 25 años y permitirá a Ecuacorriente arrancar con la producción a finales del 2014. Además pagará una regalía de entre 6 y 8 por ciento, dependiendo del precio internacional del cobre, mientras que la nación recibirá una renta minera del 52 por ciento, que agrupa el pago de tributos, utilidades y otros impuestos”. 
Los conflictos en la Cordillera del Cóndor
El Cóndor se extiende 150 km aproximadamente de norte a sur y su máxima elevación alcanza los 2.900 msnm. En su vertiente oriental, la peruana, fluyen los ríos Santiago y Cenepa. Por más de 160 años, el área de la frontera estuvo en disputa y desencadenó un conflicto armado entre Ecuador y Perú en los años 1941, 1981 y 1995. Tras el conflicto fronterizo de 1995, la Guerra del Alto Cenepa, los dos países iniciaron negociaciones diplomáticas concluyendo en el tratado de paz de 1998 que estableció la ubicación más o menos exacta de la frontera internacional. La cordillera del Cóndor es un área de gran interés para la biología, que también podría poseer la flora más rica que cualquier área de la misma extensión de América y tiene una de las más altas concentraciones en especies de plantas vasculares desconocidas para la ciencia en el planeta. Es una verdadera joya. Está considerada por muchos científicos como un ecosistema escasamente explorado, que ha permitido determinar la importancia global de esta región. Sin embargo, creemos que la razón fundamental no es la riqueza biológica que mueve al interés peruano y transnacional sino la riqueza mineral, que según los entendidos es incalculable, por ello dicen en la zona que el Cóndor Mirador es una “montaña de cobre”. No tenemos tecnología para explotar, no poseemos tecnología para procesar los metales, más tarde se llevarán esos productos y a cambio nos venderán millones de celulares de alta tecnología, equipos para el hogar, maquinarias y automóviles de todo tipo, como para cambiar el criterio respecto a cualquier intento de defensa ambiental.
El Pangui, linda ciudad, será la más beneficiada.
Desde Chuchumbletza, entrada al Cóndor Mirador, hay 13 km al Pangui, 35km a Los Encuentros, 54km a Yanzatza, 63km a Centinela del Cóndor (Zumbi) y 99km a Zamora. Partimos de la entrada del campamento minero y ya aparece el límite interprovincial entre Morona Santiago y Zamora Chinchipe. Arribamos a El Pangui, linda ciudad, limpia, de una amplia avenida y un parque muy vistoso con flores y plantas propias de la zona. Será la principal beneficiada con las regalías de la primera explotación minera a gran escala en Ecuador. Ya se aprobó un paquete de obras para una primera fase por $9,6 millones y se prevé construir una unidad del milenio (plantel educativo de vanguardia), relleno sanitario, alcantarillado, vialidad y salud. Habrá demanda de mano de obra, se manifiesta (El Telégrafo. 25-03-2012). Luego está Pachikutza y La Esperanza, zona minera por excelencia. Toda esa gran área del Cóndor es muy rica en metales como oro, plata, cobre y otros, el mayor porcentaje está en territorio peruano; no hay duda de que por ello se produjeron los incidentes; se combatió “sin dar ni un paso atrás”; se obsequió una cantimplora; Fujimori se bañó en su Tiwintza; nos donaron “un kilómetro cuadrado”, y al final hemos quedado con una mínima parte del rico territorio como “premio consuelo”, para “continuar con la hermandad de siglos”.

César Pinos Espinoza
www.proyectoclubesdecomunicacion.blogspot.com